Existen 2
tipos de personas: las que pueden alternar sus atuendos con 2 o 3 pares de
calzados, y las que aman tener de todos los estilos en el clóset: botas,
sandalias de plataforma, las últimas zapatillas en tendencia, etc. Pensando en
este segundo grupo y en las ofertas de final de temporada que ya están activas
o a la vuelta de la esquina, quise mostrarles mi fórmula para comprar zapatos de una forma inteligente.
Construye tu armario
Muchas
veces nos dejamos llevar por las tendencias y compramos el calzado que luce Alexandra Pereira o cualquiera de nuestras instabloggers favoritas en su última
publicación. Sin embargo, antes de agregar cualquier cosa al carrito de compras
o salir corriendo a la tienda que lo tiene en rebaja, revisa tu clóset,
ordénalo, deshazte de todo aquello que no utilizas y anota aquello que creas
que te haga falta para construir looks básicos y con toques de tendencias que
vayan con tu estilo personal y de vida.
¿Los necesitas verdaderamente?
El segundo
escalón es, saber cuál es tu presupuesto del mes que puedes gastar en cosas que
te gusten y que realmente necesitas. Sí, porque muchas veces se nos va la olla en las rebajas y luego soñamos con la próxima fecha de cobro por quedarnos casi en bancarrota.
Al tener este punto claro, hazte la pregunta
si de verdad los necesitas, si ya tienes alguno parecido en tu armario y cómo
puedes combinarlos con las prendas que tienes en tu guardarropa. Lo ideal es
siempre decantarnos por diseños clásicos, aunque si vas por alguno que esté en
tendencia, intenta elegirlo en color neutro para que sea lo más combinable
posible.
Pruébate ambos zapatos
Algunas
veces cometemos el error de pedir el par de la talla de siempre, medirnos uno,
pagar e irnos a casa, para luego darnos cuenta que nos resultan incómodos al
caminar con ellos.
En este
caso, es importante saber que las tallas y hormas pueden variar según la marca,
país o la forma en la que son fabricados. Así que, lo mejor es SIEMPRE, ya sea
compra online en la que puedas hacer devolución o vayas directo a la tienda, pruébate
ambos zapatos y camina con ellos para comprobar si te van realmente a tu pie.
¿Media talla más o menos?
¿Se agotó el par que querías en tu talla? Si de verdad los necesitas y quieres añadirlos a tu closet, puedes preguntar o checar la disponibilidad de una talla mayor a la tuya y comprar una plantilla con la que puedas ajustarlo a tu pie.
No obstante, si sólo queda de una talla menor a la habitual, la respuesta es un
NO rotundo. Lo único que conseguirás es estar incómoda, sufrir rozaduras, dejarlos
en tu guardarropa llevando polvo y al final del día, malgastando tu dinero en
algo que usarás 2-3 veces por capricho. Vamos, un poco como las hermanastras de cenicienta.
En la balanza: Comodidad Vs. Precio en descuento.
Las rebajas
de temporadas que acaban de terminar o con colecciones de años anteriores con
hasta 2-3 etiquetas de descuento, son una debilidad absoluta. Y es que, podemos
conseguir tesoros invaluables y alguna que otra prenda básica que podamos
llevar en cualquier ocasión.
Sin
embargo, al momento de elegir los zapatos en este estilo de rebajas, debemos evaluar la comodidad sobre el precio
de descuento que marca la etiqueta, porque aunque por ejemplo gastes unos 10-20€ por un par de más de 200, si no los encuentras cómodos o no van con el
estilo de tu guardarropa, terminarán tirados en tu casa y sin uso alguno.
Lee todas las etiquetas
Muchas veces caemos en el error de ver la rebaja del par de zapatos, probarlos una vez, ir a la caja
y pagar con los ojos vendados por el amor a primera vista. ¿El motivo? Nos cegamos al ver aquello que queremos sin leer las letras pequeñas del material con el que está conformado y su calidad.
Por ello,
es importante que nos acostumbremos a leer las etiquetas o las cajas de los
zapatos donde aparecen todas las especificaciones. De esta forma, conocerás tanto
la talla como el material por el que estás pagando, y no tendrás que verlos pasar a mejor vida en el basurero 1-2 meses después.
Fórmula final:
Calzado básico / tendencia a tu estilo + Presupuesto + Talla + Comodidad + Calidad + Descuento = El nuevo par de zapatos de tu guardarropa.
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