Cómo dar de mamar en el confinamiento y otras preguntas para embarazadas


Recuperar la lactancia materna luego de un período en el que se ha interrumpido es una tarea llamada relactación. Las mujeres que desean relactar deben tener presente que es un momento importante en el que se debe estar perfectamente convencida de lo que se está haciendo, puesto que en muchas ocasiones será complicado y exigirá mucho tiempo. En cualquier caso, volver a dar el pecho será la mejor decisión.

Relactar es volver a retomar el período de lactancia después de haberlo dejado por razones de tipo médico o personal. El procedimiento de la relactación implica que la madre consiga recuperar la producción de leche en sus mamas un tiempo después de haber dejado la lactancia y cuando la producción de leche materna ya ha disminuido parcial o totalmente.

Puede parecer que es una opción complicada o imposible, pero lo cierto es que cada vez más mujeres vuelven a dar el pecho a sus bebés después de haberlo dejado durante algún tiempo, ya sea por complicaciones médicas, o por otro tipo de cuestiones.

La mujer que ha decidido volver a dar el pecho puede encontrarse con algunos inconvenientes, pero la relactación es posible siempre que se sigan los consejos de los profesionales médicos y se cuente con los materiales e información necesarios.

Es importante tener en cuenta que existen tres elementos que son determinantes para poder introducir de nuevo la lactancia materna. En primer lugar, cuanto más pequeño sea el bebé, mejor. Por lo tanto, el tiempo del pequeño será un aspecto muy a tener en cuenta. Por otra parte, también es importante el tiempo que ha transcurrido desde que se dejó de aportar la leche materna. Si el período ha sido corto, entonces las posibilidades de éxito serán mayores. Por último, también es fundamental la cantidad de leche artificial que el pequeño toma normalmente.

Manos a la obra

Lo primero que hay que tener presente si se pretende relactar es retirar todos los objetos que puedan interrumpir la lactancia, como es el caso de tetinas y biberones. Los primeros días tal vez sea necesario ayudar al bebé con un poco de leche artificial, que se le aportará con cucharita, jeringuilla o un suplementador (este aparato lleva dos tubos muy pequeños que se colocan en el pezón y que aportan leche de fórmula a la vez que el bebé se amamanta). De esta forma se alimenta y ayuda a incrementar la producción de leche materna.

Cuando de nuevo se tenga leche suficiente es necesario retirar de la alimentación del niño la leche de fórmula. Eso sí, siempre cuidando de que el bebé no pierda peso.

Para que la relactación sea más placentera, es importante tener al bebé siempre muy cerca, piel con piel, el mayor tiempo posible, de día y de noche. Al principio puede que volver a dar el pecho conlleve los tan temidos dolores en el pezón, para ello es ideal contar con los parches Nursicare, que son el tratamiento perfecto para los pezones sensibles o doloridos, ya que agiliza la curación de las grietas, disminuye la sensación de dolor y son reutilizables y fáciles de usar.

Además del uso de los parches Nursicare, es importante contar con la ayuda de una asesora de lactancia para que ayude a la mamá a corregir posturas y a solucionar las causas que provocan las grietas y heridas en el pezón. Estas grietas son una de las molestias más normales en las mujeres que dan el pecho, pero no por ello deben dejarse sin curar, puesto que si no se corrigen serán un problema a la hora de dar el pecho y, por tanto, pueden ser causa de abandono de la lactancia.

Las almohadillas Nursicare son reutilizables varias veces, hasta que el parche se satura de leche, así que su duración dependerá de las fugas de leche que se produzcan en cada mujer.