Muchas personas han pasado por una experiencia terrorífica en la peluquería alguna vez en su vida. Color no deseado, cortes con más de dos dedos… En definitiva, un resultado que no era el esperado. Por ello, los aseos de las casas se han convertido en auténticos estudios de belleza donde los productos para el cambio de pelo se han colado en los muebles.
Pocas son las personas que llegan a una peluquería convencidas del acabado final y acaban por comprar todo lo necesario en una tienda de productos de estética como Novabel. Sin embargo, hay que tener en cuenta muchos factores para conseguir un resultado profesional y, sobre todo, sano. Con un buen producto y un tono acertado lograrás un cabello de peluquería sin haber salido de casa.
Ante la duda, un tono más claro.
Una de las dudas que siempre se presentan a la hora de elegir los tintes permanentes para el pelo es el color que vamos a poner sobre el natural. Por ello, lo recomendado es elegir un tono más claro ante la duda.
Si finalmente no es el color que buscabas, elegir un color oscuro es más difícil de arreglar que un tono más claro y la solución es acudir a un profesional para sanear el cabello.
La mayoría de colores que nos podemos encontrar en una paleta, presentan un resultado más oscuro del que se ve.
Pelo sucio, mejor fijación
Los aceites naturales que desprenden nuestro pelo, favorecen a un mejor agarre y mimetización con las fibras capilares. Esto, favorece al proceso de tinte y la fusión con la cutícula.
En cambio, si ponemos color sobre un pelo limpio, este se resbala y no consigue fijarse de manera adecuada al cabello, provocando parches y un mal acabado.
Además, los aceites capilares tiene una función protectora: evita irritaciones, picores, descamaciones. Estos son síntomas que suelen darse cuando se aplica un tinte, ya que es un producto agresivo.
Por ello, se recomienda aplicar un tinte para el pelo 48 horas después de haberlo lavado. Así, le habrá dado tiempo a generar esos aceites naturales que favorecen a un mejor acabado.
Aclara con agua fría
Si ya tienes el cabello teñido o vas a aplicarte un tinte en las próximas horas, tienes que saber que para prolongar más el color y su acabado hay que utilizar agua fría en cada ducha.
Una temperatura baja permite sellar mejor el color en el cabello y que la fibra capilar luzca más brillante. Sin embargo, al hacerlo con agua caliente, la cutícula del cabello se acaba abriendo provocando pérdidas de pigmentos y nutrientes.
Con el agua fría no solo cuidarás el color de tu pelo, también ayudarás a tu salud, ya que el Instituto Médico de Dermatología la recomienda para aumentar el flujo sanguíneo de la cabeza, consiguiendo mejor oxígeno y nutrientes para un cabello sano.
No tintes sobre teñido
Si solamente quieres repasarte las raíces, céntrate solo en eso. Cuando pones tinte sobre un caballo teñido, se oscurecerá el tono que ya está aplicado. La sobre pigmentación provocará un tono más en tu pelo.
Cuida la piel
Antes de aplicar el tinte, es recomendable poner vaselina o una crema protectora por el contorno de la cara, por detrás de las orejas. Esto ayudará a calmar la zona cuando entre el tinte en contacto con ella y a que no se manche cuando se aplique. Además, evitarás la aparición de irritaciones provocadas por los ingredientes del tinte.
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