Mis recuerdos de Versalles compiten con los del día más feliz de mi vida, mi boda. No es sólo por el espíritu de María Antonietta, las hermosas galerías, la sala de los espejos, los inmensos jardines con piscinas y estatuas, sino que luego de recorrer todo el palacio casi que corriendo, mi esposo se arrodilló ante mí para pedirme matrimonio. 

Sí, soy demasiado romántica, y el sabía que estaba muy entusiasmada de visitar este maravilloso palacio.

Mis recomendaciones si llegan a ir en un futuro, es que se tomen todo un día para hacer el recorrido. Visitar poco a poco cada sala y escuchar cada historia relatada por el guía electrónico, tomarse miles de fotos, y dependiendo de la época del año, disfrutar de los maravillosos jardines,

Espero disfruten las fotos queridas.

Nos vemos en el próximo post.